El planeta se encuentra en un momento crítico de cara al futuro a mediano y largo plazo. Lo que los seres humanos hagamos o dejemos de hacer ahora determinará que la Tierra siga siendo capaz de albergar a la raza humana. Organismos como la ONU han advertido que es importante que se hagan cambios sustanciales en materia ambiental en los próximos cinco años y, de no ser así, el daño será irreversible.
Afortunadamente, cada vez hay más gente consciente de ello y que actúa en consecuencia. Cada vez somos más los que reutilizamos materiales, separamos la basura, ahorramos agua y luz, así como muchas otras acciones que, sumadas todas ellas, pueden significar un impacto positivo en el mundo. Sin embargo no es suficiente, porque así como hay algunos que actúan con esto en mente, hay muchos otros que, por diferentes razones, siguen sin hacerlo. Siendo honestos, no hay justificación que valga, especialmente considerando lo fácil que puede ser aportar a ser la solución y no parte del problema.
La educación ambiental no es algo que aparezca de un día para otro, más bien es un hábito que debemos formar a través de un comportamiento consistente a lo largo del tiempo, y no nada más en nosotros, sino en nuestros hijos también.
A continuación te daremos algunos consejos que puedes comenzar a implementar para ayudar a transformar las condiciones ambientales del planeta, así como para dar el ejemplo a tus hijos y que comprendan la importancia de cuidar el medio ambiente.
Es completamente innecesario hablar de la importancia del agua para el planeta pero sí es importante exhortar a la gente a que haga un uso responsable de este recurso invaluable. Trata de economizar tanta agua como te sea posible, no laves los coches, la banqueta o el garaje con una manguera, hazlo con una cubeta. Siempre que te dispongas a usar agua, hazlo en un momento en que la aprovecharás al máximo; cuando vayas a utilizar la lavadora o el lavavajillas, asegúrate de llenarlos al máximo de su capacidad. Te sorprenderías de la cantidad de litros que ahorrarás empleando estas pequeñas acciones.
Empieza por cambiar los focos de tu casa por lámparas led, ya que estas consumen mucho menos energía. Pero eso no es todo, intenta aprovechar al máximo la luz natural, esto lo puedes hacer acomodando el mobiliario, puedes poner, por ejemplo, los escritorios pegados a las ventanas.
Además procura apagar o desconectar todos los dispositivos que consuman electricidad mientras no los utilizas. Cuando no estés en tu cuarto, procura apagar la luz; cuando no estés cargando tu celular, desconecta el cargador. Estos son sólo algunos ejemplos de pequeñas cosas que resultarán en un gran ahorro eléctrico.
Cuando compres productos de cualquier índole, procura que el envase, una vez consumido el contenido, pueda servir para algo más. Si reutilizas productos, además de que estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente, te darás cuenta de que muchas de las cosas que compras son innecesarias.
Utiliza formas alternativas para moverte, la bicicleta o el transporte público son dos buenas opciones. Si esto no te es posible, intenta compartir el coche con alguien más, de esta forma también se puede conseguir una reducción considerable de automóviles circulando por las calles.
Además de que tu jardín se verá mejor, un solo árbol, en toda su vida, puede absorber más de una tonelada de CO2. ¿Te imaginas que pasaría si cada quien plantara un árbol?
En el Rogers Hall nos tomamos con mucha seriedad este problema, por lo que hemos implementado diferentes medidas para formar en nuestros alumnos una conciencia ambiental que genere cambios de trascendencia. Para lograrlo, también es importante que desde casa se ayude a transmitir la importancia de cuidar nuestro planeta.