La correcta articulación de los fonemas (los sonidos con los que construimos las palabras que empleamos al hablar) es muy importante, pues nos brinda seguridad para entablar una conversación clara y asertiva.
El proceso de aprendizaje del habla ocurre de manera natural en los primeros 5 años de la infancia, gracias a la habilidad innata para imitar los sonidos del entorno. Sin embargo, para algunos niños, ciertos fonemas resultan complicados a la hora de pronunciarlos, siendo la “r” y la “rr” los más difíciles de aprender. A la dificultad para pronunciar dichos fonemas se le conoce como rotacismo.
Lo primero que debes saber es que si tu hijo presenta rotacismo, no se debe a ningún tipo de retraso o algún problema psicológico. El rotacismo puede ser provocado por:
Lo importante es identificar el origen del problema y corregir la situación antes de que se vuelva un hábito difícil de erradicar.
Lograr que tu hijo mejore su pronunciación, requerirá constancia, paciencia y mucho amor. La clave es proporcionarle ejercicios con los que, a través del juego, aprenda y se divierta al mismo tiempo que estimula su creatividad. Te proponemos intentar con:
Existen muchos trabalenguas enfocados en trabajar con los sonidos de la “r” y “rr”. El más conocido es:
“Erre con erre guitarra, erre con erre barril, ruedan que ruedan las ruedas, las ruedas del ferrocarril”.
Puedes enunciar este trabalenguas frente a tu hijo, exagerando la pronunciación, para que vea cómo mueves tu lengua contra el paladar. Puedes decir el trabajalenguas al ritmo de rap o una canción de rock; incluso pueden poner juntos una coreografía que ilustre los objetos a los que hace referencia.
El movimiento es importante porque de esa manera tu hijo olvidará que están “trabajando” sobre la pronunciación.
Un juego que le encantará, es el de las “carreritas” con diferentes vehículos de motor de juguete, como coches de carreras, motocicletas, trailers, etc.
Durante el juego, tu y tu hijo, pueden imitar los sonidos de cada vehículo (“rrrrrruuuummmm”) haciendo variaciones según el tamaño y tipo de cada uno.
Deja que tu hijo se divierta con planillas de dibujos con objetos y profesiones cuyos nombres contengan las letras “r” o “rr”. Cuando termine de dar color a la planilla, pregúntale cómo se llama cada elemento recién coloreado.
Aunque es muy probable que a los 5 o 6 años, tu hijo aún no sepa escribir, puedes jugar “Basta” con él: pídele que te diga palabras que contengan la “r” o la “rr” en alguna de sus sílabas, mientras tú las escribes.
Lo mejor de este juego es que pueden practicarlo en familia y en cada turno él puede ayudar a un miembro diferente de la familia.
Estos son solo algunos de los juegos que puedes poner en práctica para ayudar a tu hijo a corregir el rotacismo. Si pasadas algunas semanas, no percibes cambios positivos, te recomendamos acudir con un logopeda, que es un profesional enfocado en la reeducación de los procesos de la articulación del habla.