Siendo padre de un hijo adolescente, ¿te has encontrado con alguna de las siguientes situaciones?
- La desmotivación que lleva a nuestros hijos a pasar enormes cantidades de tiempo frente al televisor, la computadora o las consolas de videojuego. Esto ocurre desde que regresan de la escuela hasta bien entrada la noche.
- El despilfarro o actitud exigente de nuestro hijo adolescente con el fin de obtener productos y servicios innecesarios y que podrían afectar a las finanzas familiares.
Si conoces de cerca estas 2 situaciones, o simplemente te gustaría que tu hijo aprenda a manejar mayores responsabilidades, entonces, muy seguramente la idea de un “primer trabajo” te ha venido a la mente, aunque también has sido asaltado por algunas dudas como: ¿es conveniente que mi hijo cuente con su propio dinero?, ¿podría ser que vea el trabajo como un castigo y no como un beneficio para su persona? Platicamos a fondo sobre el tema para que puedas resolver todos tus miedos.
Ventajas del trabajo en un adolescente
Tal vez has considerado la idea de sugerir a tu hijo que busque un trabajo, pero no estás seguro de poder darle argumentos convincentes sobre por qué debe hacerlo. Si este es tu caso, te contamos de algunas ventajas:
- Podrán tener su propio dinero y el cual podrá utilizar en viajes, ropa, reuniones con los amigos, música, gadgets y más. Por supuesto, hay que supervisar sus compras para asegurarnos de que no están gastando su dinero en productos o experiencias dañinas para ellos.
- Obtendrán un crecimiento personal que los ayudará a convertirse en personas más seguras, responsables y preparadas para enfrentar el mundo sin depender siempre de sus padres. Aprenderán a ser libres de manera responsable.
- Aprenderán una valiosa lección sobre esfuerzo y dedicación. Conocerán de cerca las recompensas del trabajo duro.
- Los trabajos temporales como por ejemplo, durante el verano, le permitirá mantenerse ocupado y ampliar su círculo social al mismo tiempo.
- Comenzará a construir su Currículum Vitae, aprendiendo y adquiriendo habilidades que podrían tener un fuerte peso en su vida laboral a futuro.
Como puedes ver, las ventajas son muchas, pero si aún tienes algunos “peros” en mente, te invitamos a seguir leyendo.
Temores comunes de los padres con hijos adolescentes que trabajan
Existe una serie de temores y objeciones relacionados con el tema de nuestros hijos adolescentes trabajando y seguramente has tenido alguno de ellos:
Si mi hijo comienza a trabajar y ganar dinero, dejará de interesarse por los estudios.
Aunque bien esto puede ser cierto en algunos casos, hablar claramente con nuestros hijos y hacer énfasis en la importancia de terminar sus estudios es primordial. Un primer trabajo puede ser una ventaja enorme para un adolescente, pero un grado de licenciatura le abrirá un universo de oportunidades.
Un trabajo hará de mi hijo una persona independiente y querrá irse de casa.
Contrario a lo que se piensa, un primer trabajo logra el efecto inverso: el joven aprende a ser más independiente y responsable, pero también se da cuenta de que vivir en casa, junto a sus padres y sin grandes preocupaciones, es un lujo que vale la pena ser aprovechado hasta la edad correcta.
Mi hijo no tiene experiencia laboral, por lo tanto, sus jefes lo explotarán y no respetarán sus derechos laborales.
Actualmente, la ley mexicana protege el trabajo juvenil: la edad mínima para laborar es de 15 años y si se encuentra entre los 15 y 17 años, por ley, no pueden ser utilizados para trabajos que puedan implicar un riesgo para su salud y seguridad.
Sin embargo, para impedir la explotación laboral de tu hijo, puedes comenzar con ubicarlo en un trabajo en un comercio perteneciente a un amigo o conocido de confianza.
Cómo lograr que el primer trabajo de mi hijo adolescente se convierta en la mejor experiencia
- Tú lo conoces mejor que nadie; ayúdalo a encontrar un trabajo ideal que esté de acuerdo a sus gustos, fortalezas y habilidades.
- Habla con él/ella sobre los buenos hábitos de un trabajador. De esta manera, nuestro hijo empezará a poner en práctica la puntualidad, la amabilidad y la disposición.
- Conocer a detalle el lugar y las condiciones donde se desarrolla laboralmente, sin intervenir en su trabajo, a menos que una situación extraordinaria lo requiera.
- Lo más importante: No forzar a su hijo a trabajar, si no es necesario. La vocación laboral, así como los deportes y las actividades extraescolares, no deben ser impuestas.
Esperamos que este artículo sea de mucha utilidad, a ti y a tu hijo adolescente. Seguramente, tanto él, como tú, aprenderán mucho de la experiencia de un “primer trabajo".