Al terminar nuestro paso por un colegio es muy posible que con el paso de los años perdamos el contacto con los amigos con los que compartimos horas de diversión, y es probable que olvidemos algunos de los eventos que ocurrieron en los pasillos de nuestro querido Colegio Rogers. Sin embargo, hay algunas experiencias que se quedan para siempre grabadas en nuestra memoria.
Desde el primer día de clases caminaste por los interminables pasillos rojos, los cuales fuiste descubriendo cada año hasta llegar a la preparatoria, y en tu ceremonia académica ya no querías dejar de recorrerlos. Hoy es tiempo de regresar al Colegio para recordar todas esas experiencias que solo alguien que estudió en el Rogers podrá entender:
Esta gran lección la aprendiste muy bien aquella vez que tu familia se reunió para verte “perder tus tirantes” en la tradicional ceremonia del “Corte del tirante” ¿Recuerdas el momento en que pasaste al frente y la directora del colegio cortó los tirantes de tu uniforme?
Tú sabes muy bien de qué estábamos hablando, ¿recuerdas todos los viajes que hiciste a bordo de la papaya? ¿O tal vez la recuerdas de cuánto utilizaste sus renovadas instalaciones como laboratorio?
Seguramente pasaste horas estudiando y aprendiendo todo lo que debías saber para representar a un país extranjero en uno de los eventos más importantes de la preparatoria del Rogers: El RogersMUN ¿A qué país te tocó representar?
Seguramente participaste en alguna de las ligas deportivas del Colegio, o incluso en dos de ellas y por lo tanto, siempre serás un Halcón de corazón, ¿recuerdas los partidos de básquet y volibol jugados en el gimnasio? ¿las retas en la cancha de atrás, los partidos en el recreo de la secundaria y la prepa?
Seguramente contaría las más divertidas historias de cómo tú y tus amigos se colgaban de sus ramas y jugaban a los pies de este gran árbol, ¿quién no hizo del “árbol del hule” uno de sus sitios favoritos en el Colegio?
Gracias a las excursiones de Secundaria con el maestro Armando Patrón a la Ruta de la Independencia o Los Cabos. Quizá incluso participaste en algún viaje al Festival Cervantino.
Ya fuera por las representaciones de la llegada de los “pilgrims”, la convivencia con los compañeros o por las divertidas actividades organizadas por la sociedad de alumnos, el Día del Pavo sin duda era uno de tus días favoritos del año escolar.
Aprendiste a respetar las tradiciones gracias al Hanal Pixán y seguramente creaste con amigos y mamás los diálogos para el tradicional concurso de obras de teatro del Colegio.
Seguramente también pasaste unas buenas horas de diversión armando el bello altar que representaría a tu salón en el concurso de altares.
Una de las mejores cosas de haber estudiado en el Rogers es haber tenido la oportunidad de haber probado el mejor manjar de Mérida: los charritos del amigo Samuel.
Sin importar si eras de los valientes que le ponían “chile del que pica”, chile tico, chamoy o limón, tu paladar disfrutó a la hora del recreo, o a la hora de la salida, de las mejores botanas y chucherías de Samuel.
¿Recuerdas aquellas tardes en que te juntaste en casa de un amigo para preparar la receta del postre que llevarían al día siguiente al Concurso de Repostería? Y lo mejor llegaba cuando tenías la oportunidad de probar cada una de los deliciosos postres que el resto de tus compañeros había llevado.
Por todo esto y más, sabes que tu experiencia en el Colegio Rogers fue la mejor y que solo los alumnos y ex alumnos conocen lo divertido que es formar parte de esta institución. Recordar es volver a vivir, ¿qué otros recuerdos tienes de nuestro colegio?