Hace no mucho tiempo que se ha intentado integrar la tecnología en el sistema educativo, sin embargo esto no funcionó en todos los países.
¿A qué se refiere? Simple, no es la tecnología en la educación, si no, la educación dentro de la tecnología.
La pandemia nos ha obligado a adaptar la educación a un mundo digital, queramos o no, y fue esto lo que nos llevó a una migración de la escuela a lo digital.
La primera vez que se intentó migrar a la educación digital fue un proceso de casi 10 años de implementación donde se centró en crear, compartir y dar acceso a contenido educativo de manera digital, lo cual incluía cursos en línea, bibliotecas digitales, juegos y aplicaciones.
Sin embargo, no fue hasta este 2020 que la migración se dio aproximadamente en un 90% por tiempos pandémicos, lográndolo en un tiempo récord de meses.
Debido a la crisis de la pandemia, se ha obtenido una oportunidad histórica para aumentar la cobertura educativa en materia de la educación digital.
Los modelos educativos tomaron como objetivos ciertas pautas para lograr cumplir el contenido de cada curso escolar, priorizando que la escuela sea:
La nueva escuela digital nos permite tener un mayor acceso a la información de manera eficaz e inmediata, generando un impacto en muchos niveles educativos.
Muchos alumnos tienen problemas con el traslado o con las limitaciones de espacio, sin embargo, con la educación digital se puede brindar un proceso de enseñanza aprendizaje personalizado que beneficie la formación del estudiante.
Cada día existen nuevos descubrimientos e información, por lo cual nos vemos exigidos a mantener un constante ritmo en la actualización, y hoy por hoy, sabemos que la tecnología nos brinda mejores oportunidades de aprendizaje.
Fomenta al alumno a gestionar un nuevo sistema de aprendizaje con respecto a sus materiales, herramientas, plataformas, contenidos y materias haciendo de ellos personas capaces y resolutivas.
La migración de la educación a lo digital no implica dotar con dispositivos de última tecnología a los alumnos, eso no basta. Es importante ser conscientes del impacto que tendrá el uso de dicho dispositivo en el estudiantes. Partiendo de ahí se pueden hacer mejoras en la planeación de los programas educativos.
Tampoco se busca dejar atrás el papel de los maestros, ya que este es esencial en la era digital, pues nunca podrán ser reemplazados por plataformas o contenidos digitales. Por ello, la migración se trata también de fortalecer su formación en la materia, sobre todo, tomando en cuenta que las habilidades digitales cambian constantemente y deben ser actualizadas.
La pedagogía y los métodos que se utilizan para enseñar y aprender son fundamentales en esta nueva época y ese cambio no lo lograrán los alumnos por sí mismos. Son los docentes quienes tienen que apoyar la transformación en la educación complementando lo digital con un enfoque en el estudiante como participante activo de su búsqueda del conocimiento.
La escuela digital busca abrir una gama de posibilidades en el proceso de enseñanza-aprendizaje para poder brindar a sus alumnos una mayor autonomía y participación activa en su aprendizaje experiencial para formar ciudadanos participativos, incluyentes y críticos.
Como padres de familia se debe concientizar a cerca de la importancia del factor tecnológico para el campo laboral lo cual influirá en las escuelas para que se incluya, convirtiendo la migración digital en la única forma en que los alumnos puedan estar mejor preparados para el mundo profesional.