El verano y las vacaciones de semana santa son las estaciones más esperadas por los niños porque pueden visitar la playa, disfrutar de la piscina, armar castillos en la arena y jugar todo el día.
Y aunque es importante que los niños tengan momentos de diversión, es primordial que mantengas a tus hijos protegidos de la exposición prolongada al sol.
Exponer a nuestros pequeños al sol tiene algunas ventajas:
Y aunque la exposición al sol tiene aspectos positivos, también tiene algunos negativos. Para entender mejor la importancia de este tema es importante conocer los dos tipos de rayos ultravioleta (UV) que afectan a nuestro organismo.
Los rayos UVA contribuyen al envejecimiento de las células de la piel, provocando arrugas en la zona del cuello, cara, pecho y brazos, además de flacidez cutánea. Su efecto se hace evidente cuando la piel está engrosada, con resequedad y los poros se encuentran dilatados.
A su vez, contribuye al desarrollo de manchas que pueden aumentar su tamaño conforme el paso de los años.
Son más fuertes que los rayos UVA, ya que pueden dañar el ADN de las células de la piel, provocando quemaduras en los tejidos así como la disminución de la capacidad de defensa del sistema inmunitario, tanto en la zona afectada como en todo el organismo.
Cabe mencionar que ambos son factores de riesgo que pueden provocar cáncer de piel, una enfermedad cada vez más común en el estado de Yucatán.
Normalmente pensamos que un producto con mayor índice de protección solar (SPF) protegerá en mayor medida a nuestra familia, pero lo cierto es que muchos de ellos sólo protegen contra los rayos UVB y no UVA.
Te recomendamos adquirir productos de “amplio espectro”, lo que significa que recibirás protección para ambos rayos solares. Recuerda aplicarlo cada 2 horas y después de que tu pequeño salga del agua.
Los primeros 18 años de vida es el momento donde tu hijo tendrá un mayor daño solar. El grado de exposición solar debe regularse desde que nuestros hijos son pequeños.
Cuando salen de vacaciones uno de los destinos favoritos es la playa, puedes proteger a tus pequeños con accesorios como gorras, sombreros, lentes de sol que bloqueen los rayos UV y playeras especiales de manga larga para el agua.
Hoy en día existen prendas de vestir que cuentan con un recubrimiento especial que ayuda a absorber los rayos UV.
Sabemos que los hijos en vacaciones de semana santa podrían jugar bajo el sol durante todo el día, y es por esta razón que es muy importante establecer horarios para evitar la mayor exposición a la radiación solar.
Existen muchas actividades que tus niños pueden realizar y disfrutar bajo la sombra como manualidades, juegos de mesa, ver una película o bailar. También puedes permitir que tus hijos disfruten de la playa en un horario temprano por la mañana o al caer el sol, a partir de las 5 pm o incluso un poco más tarde.
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Recuerda que cada persona tiene un grado de tolerancia diferente a la exposición solar y generalmente se mide a partir del tono de piel. Las pieles más blancas tienen mayor susceptibilidad a la radiación solar, razón por la cual hay que protegerla más y mejor.
Puedes detectar signos de susceptibilidad a partir de manchas, crecimiento de pecas, enrojecimiento de la piel en menor tiempo, e incluso quemaduras.
Listo, ahora ya hemos cubierto los puntos fundamentales para proteger a tu hijo de la radiación solar y pasarla genial durante estas vacaciones de semana santa, ¡esperamos te hayan sido de gran utilidad!