Sabemos que el proceso de acoplamiento a esta nueva modalidad ha sido complicada tanto para los alumnos como para padres y madres de familia. Cuando comenzó la pandemia, el mundo se vio obligado a cambiar las prácticas y hábitos que por mucho tiempo había realizado con normalidad.
Al desplazar el aula al hogar de cada quien, se volvió imposible mantener el mismo proceso educativo. La forma tradicional de dar clases no era compatible con la modalidad remota. Es por eso que también es importante remarcar que las complicaciones para el profesorado no han sido para nada menores. Afortunadamente, en el Rogers Hall contamos con un equipo sumamente calificado de maestros que han respondido a estas nuevas exigencias con un enorme compromiso para modificar lo que por muchos años habían hecho con éxito y para aprender nuevas formas de enseñanza.
La forma en que el docente se involucra con el grupo es el factor que más afectado se ha visto. La dinámica de grupo es completamente diferente a como lo era en el salón de clases, en gran parte porque el profesor se ve seriamente limitado al estar detrás de un ordenador.
Es por eso que también se tiene que modificar la manera de dar la clase. Si un profesor se sienta a hablar durante todo el tiempo que su asignatura dure perderá la atención del grupo rápidamente y probablemente no se dará cuenta.
La nueva manera de impartir la clase confiere una mayor responsabilidad al alumno, pero también mucha más participación. El profesor ahora debe actuar como guía que va orientando a los estudiantes para que aprendan de forma semiautónoma. Así, los estudiantes no sentirán la fuerte tentación de ignorar lo que está pasando en la clase.
Buscando la manera de fomentar una mayor participación, los profesores han dado con numerosas herramientas digitales que les permiten obtener una retroalimentación precisa.
Estas herramientas son muy variadas en cuanto a usos y funciones; hay plataformas que sirven para presentar un tema de manera interactiva, pero también hay otras que buscan que el alumno sea quien genere los conocimientos. Nos hemos dado cuenta de que, para lograr impartir las clases exitosamente, no basta con dominar una, ya que el éxito está en poder combinar muchas para que el estudiante se mantenga concentrado.
El poco tiempo que hemos pasado bajo esta nueva modalidad de educación nos ha sido de enorme utilidad para reconocer qué debemos hacer y qué debemos evitar. A través de lo anterior, el profesor puede hacer que el alumno no sienta que no está aprendiendo en ningún momento. Esto resulta en una mayor motivación y mejor disposición del alumno, lo que implica un mayor aprovechamiento.
Ten la certeza de que en el Rogers Hall hemos llevado a cabo un intenso programa de capacitación para que los profesores se sientan más seguros en su labor y los alumnos no resientan el estar estudiando en casa.