Comienza un nuevo año y seguramente ya has trazado la ruta que te llevará a alcanzar los propósitos que te has planteado para este nuevo ciclo. Tal vez no podamos contribuir en tus planes para remodelar tu hogar pero sí que podemos ayudarte a tomar una de las decisiones más importantes: ¿inscribir a tu hijo en una escuela mixta o en una escuela diferenciada?
Durante muchas décadas las escuelas promovían una modalidad diferenciada, es decir, escuelas para varones y escuelas para niñas. Esto era debido a que las instituciones educativas mantenían fuertes lazos con las instituciones religiosas. Sin embargo, en los últimos años se han revisado los resultados de ambas modalidades en un intento por definir cuál es la mejor opción para la educación de los niños.
Un estudio realizado por el Departamento de Educación de los Estados Unidos, en el 2005, intentó identificar qué modalidad educativa favorece al desarrollo cognitivo en los niños, comparando los resultados que arrojan las escuelas mixtas con los de las escuelas diferenciadas en cuestiones como:
La conclusión de estos análisis es que no existen estudios empíricos que demuestren la superior eficacia de la educación diferenciada sobre la educación mixta.
Más recientemente, en el año 2011, la revista Science, en su artículo “La pseudociencia de la escolarización por sexos”, fue tajante: no existen diferencias cerebrales entre sexos que puedan justificar la educación diferenciada. De hecho, según el artículo citado, la educación diferenciada contribuye a perpetuar estereotipos de género y el sexismo.
La experiencia educativa no puede mantenerse al margen de la realidad, y ésta se caracteriza por ser heterogénea y desordenada. Pretender que hay espacios de convivencia determinados por el sexo, es como pensar que el invierno es frío por el simple hecho de ser invierno y quienes vivimos en Mérida sabemos que esto no es así.
Una escuela mixta promueve la interacción entre niñas y niños en ambientes de colaboración porque es así como tendrán que convivir en la vida diaria.
El entorno escolar es el primer espacio en el que los niños ensayan las experiencias que les servirán para desenvolverse en los contextos que la vida adulta les deparará.
Es importante que tu hijo aprenda a relacionarse con la diferencia, a conocer otras realidades y ser más empático con los otros pues la vida, en gran parte, se basa en las relaciones que tejemos con los demás y para ello debemos prepararlo desde la infancia.
La educación mixta ha permitido que mujeres y hombres tengan acceso a las mismas oportunidades de desarrollo personal. Para seguir avanzando en este tema y lograr una sociedad con equidad se requiere que una escuela sea no solo mixta, sino coeducativa.
La coeducación es un enfoque que, en palabras de la socióloga Marina Subirats Martori, promueve que:
“Vayan desapareciendo las barreras de género, que prescriben o prohíben unos comportamientos u otros en razón del sexo, de modo que todas las capacidades humanas más positivas y necesarias estén al alcance de los futuros hombres y mujeres y que todos y todas puedan desarrollarlas en la medida de las posibilidades de cada persona, sin prejuicios sexistas que puedan limitar su acción”.
Como puedes leer, la educación mixta es la opción más adecuada a la hora de elegir una escuela para tu hijo, ya que lo ayudará a desarrollarse plenamente como ser humano capaz de ver, reconocer y respetar las diferencias y ejercitará su libertad responsable.