El bilingüismo es la capacidad para pensar y comunicarse en dos idiomas, sin distinción jerárquica entre uno y otro, aunque evidentemente el idioma más practicado en un contexto particular sea el que mejor se domine.
Las escuelas bilingües proporcionan una formación que aspira a formar personas altamente competitivas para el mundo globalizado en el que actualmente vivimos. El sistema bilingüe busca enriquecer el desarrollo integral de las personas desde la infancia, a través del lenguaje.
Mucho se ha discutido respecto a los beneficios y las contrariedades que implica el desarrollo de los niños en entornos bilingües, y son numerosos los estudios que han tratado de identificar sus beneficios tanto en el desarrollo cognitivo como en sus habilidades para la vida.
Te presentamos los mitos más comunes relacionados con la educación bilingüe:
Criar a tu hijo en dos idiomas lo confundirá.
Este mito surgió hace varias décadas y gracias a estudios poco fiables en los que se llegaba a la conclusión de que aprender dos idiomas era una desventaja. Como resultado, se alentaba a las personas a abandonar su lengua materna y se les pedía comunicarse exclusivamente en inglés (cabe mencionar que estos estudios se realizaron en países angloparlantes).
Hoy sabemos que esta creencia es falsa. Según Barbara Zurer Person, autora de Raising a bilingual child,Raising a bilingual child, “después de tan sólo días de haber nacido, todos los bebés pueden diferenciar varios idiomas”. Estudios recientes, como el realizado por Albert Costa y Núria Sebastián-Gallés, indican que a partir de los seis meses es posible que un niño diferencie palabras de dos idiomas parecidos entre sí.
El inglés es una imposición que atenta contra nuestra identidad cultural.
Enseñar otro idioma, como el inglés, con un afán de menospreciar o intentar abandonar nuestra lengua materna es un ejercicio grave, pues atenta contra nuestra identidad cultural.
Es importante aclarar que una escuela bilingüe no trata de imponer una ideología sino de preparar a los estudiantes para un mundo en el que se requiere poder comunicarse con un gran número de personas. Actualmente, el inglés es uno de los idiomas más extendidos por todo el mundo, por lo que es comprensible que sea también, el idioma que las personas quieren dominar.
En palabras de José Mújica: “el inglés no es solo el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con que los chinos se entienden con el mundo y no podemos quedarnos fuera”.
El bilingüismo solo es posible si se aprende en la primera infancia.
Ser bilingüe es todo un proceso (como aprender a hablar) que requiere estructura y práctica, sin que esto parezca “una nueva tarea”.
Aprender un segundo idioma suele ser sencillo, cuando la exposición a éste se realiza antes de los primeros 10 años de edad, y mucho más natural cuando se lleva a cabo desde los 5 años. Es importante es que este proceso sea “tan natural” como aprender la lengua materna. Una gran manera de hacerlo es integrando el segundo idioma en actividades académicas y recreativas.
Por ejemplo, para el Colegio Rogers Hall aprender inglés no se trata de memorizar reglas y aprender vocabulario, por lo que propiciamos experiencias de aprendizaje en las que los estudiantes conozcan sobre historia, ciencias y otras materias, a través del inglés. Todo esto en un ambiente lúdico en el que tus hijos aprenden jugando.
Educar a tu hijo en un ambiente bilingüe traerá grandes ventajas en su vida presente y futura.