El aprendizaje comienza a muy temprana edad, cuando los niños comienzan a conocer y sorprenderse del mundo que les rodea. Y conforme crecen adquieren nuevas habilidades y aprendizajes, cada vez más complejos; en este momento es cuando los padres ayudan a dar forma al desarrollo social, emocional y físico de los niños para que ellos puedan tener éxito dentro y fuera de la escuela.
Es importante recordar que la educación no solo viene de la mano del aprendizaje escolar. El día a día, dentro y fuera de casa, es uno de los actores protagonistas del aprendizaje de los niños. Se requiere por esto, que como padres motivemos y mejoremos el aprendizaje de nuestros hijos día a día, para orientarlos en la dirección correcta.
Aunque es importante que los niños desarrollen la autonomía del aprendizaje, es necesario que se sientan apoyados, por lo que es recomendable que vean que te involucras en el proceso. Esto puede ser mediante frases que los hagan sentirse motivados, apoyos con los temas que les presentan mayor dificultad, realizar una actividad en conjunto con ellos o hacer un pequeño juego de preguntas y respuestas para saber cómo mejorar su aprendizaje.