¡Atrapé un Snorlax! ¡Vamos al gimnasio! ¡Ay, no, otro Rattata! Si has escuchado frases parecidas saliendo de las bocas de tus entusiasmados hijos, tienes que leer este artículo.
En las últimas semanas, Nintendo ha desatado una verdadera fiebre de jugadores que se lanzan a la calle buscando pokemones y, aunque el juego puede parecerte confuso, es muy importante que como padre de familia te mantengas informado y sepas aconsejar correctamente a tus hijos.
Advertencia: Éste no es un artículo a favor o en contra de Pokemon Go. Sólo tú decides si este juego es adecuado o no para tus hijos.
GooglePlay recomienda un mínimo de 10 años, mientras que la Apple Store establece una edad mínima de 9. ¿Sabes por qué? Éste es el rango de edad en el que los niños comienzan a salir a jugar entre amigos, recorrer su entorno y desplazarse solos por distancias cortas.
Esto es necesario para el juego, pues se trata de que los “entrenadores” recorran y exploren las calles de su ciudad para encontrar y capturar los pokemones, encontrar pokeparadas, conquistar gimnasios y otros desafíos del juego. En otras palabras, no se trata del típico videojuego con el que tus hijos puedan divertirse en casa ni quedarse horas en un sillón pegados a la consola.
Por supuesto, el grado de independencia que haya alcanzado un niño no depende sólo de la edad, sino de factores como la crianza, la educación y la seguridad de su entorno. Únicamente tú puedes saber el grado de madurez de tu hijo y qué tan seguro es el salir a jugar a la calle con sus amigos.
Aunque no exista algo como una guía definitiva para padres de familia sobre este popular juego, hay más de un par de cosas las cuales debes saber si tus hijos juegan Pokemon Go.
Contrario a lo que se piensa, tus hijos no necesitan estar con la vista fija en el celular. Si la aplicación detecta un Pokemon cerca, va a vibrar para avisar al jugador, no es necesario estar enajenado frente a la pantalla y descuidar por dónde estamos yendo. Es muy importante dejarle muy claro eso a tus hijos, pues la distracción al caminar puede ocasionar desde un tropezón hasta un accidente más grave.
Cuando un Pokemon aparece en su pantalla, tu hijo puede capturarlo en ese momento. No es necesario movilizarse al punto exacto en el que aparece, ni detenerse a mitad de la carretera, ni saltar a un barranco, ni correr a alcanzarlo antes que desaparezca.
Los niños suelen emocionarse y reaccionar imprudentemente, guiados por la euforia: por ello la prisa de muchos jugadores por llegar cuanto antes al lugar donde se encuentra su anhelado personaje. Explícale a tu hijo que no es necesario correr para encontrar a un Pokemon: no se va a escapar, ni es necesario perseguirlo.
Ningún extraño puede entrar en contacto de forma virtual con tu hijo mientras juega Pokemon Go. Al contrario de las redes sociales, donde un adulto con malas intenciones puede hacerse pasar por alguien más e interactuar con tu hijo, en este videojuego nadie puede intervenir ni platicar con los jugadores. Sin embargo, el riesgo de conocer y hablar con extraños permanece: como en muchas situaciones del mundo real, cualquier extraño puede acercarse a tu hijo y ganar su confianza.
Cuidado con los gastos que esto puede traer consigo: al necesitar estar conectado a internet, el juego consume muchos datos móviles y mucha batería. Puedes usar esto a tu favor, estableciendo un rango de lo que pueden gastar tus hijos al jugar Pokemon Go durante una semana o un mes: esto los motivará a administrarse y organizar sus horas de juego.
Aunque el juego es gratuito, existen compras dentro de la aplicación. Es muy importante que acuerdes con tus hijos si pueden realizarlas y, de ser así, cuál es el presupuesto que tú autorizas gastar en el juego. Todas las compras que se realizan en las aplicaciones de teléfonos móviles o en sitios de internet deben ser realizadas por un adulto. Bajo ninguna circunstancia permitas que tus hijos las realicen solos.
La mayoría de las actividades en la red y en la vida real conlleva un riesgo y depende del manejo que le demos y de que sepamos cuidarnos a nosotros mismos. Como dijimos anteriormente, si tu hijo juega Pokemon Go es probable que encuentre gente desconocida.
Si antes las personas con malas intenciones podían acercarse a tu hijo ofreciéndole dulces o regalándole un juguete, hoy pueden engañarlo ofreciendo su ayuda para atrapar un Pokemon o encontrar un gimnasio.
Como en todas las situaciones de la vida, debes enseñar a tu hijo a no aceptar ayuda de desconocidos, cuidarse a sí mismo y a sus compañeros y avisar cualquier situación que se salga de lo normal o que les cause incomodidad o preocupación.
Es normal que te preocupes por la seguridad de tu familia, así que si has autorizado que tu hijo juegue Pokemon Go, explícale las siguientes recomendaciones y vigila que las esté siguiendo.
¿Cuánto tiempo está permitido jugar? ¿Hasta qué hora? Es muy importante que intercale el tiempo que le dedica a este juego con otras actividades: hacer la tarea, ayudar en casa, jugar otras cosas. Ninguna aplicación ni aparato tecnológico debe volverse el centro de la vida de tu hijo.
En todas las ciudades existen zonas peligrosas, y Mérida no es la excepción. Déjale muy claro a tu hijo dónde puede y dónde no puede jugar, la distancia que puede alejarse de casa y los lugares que puede frecuentar. Si no puedes acompañarlo, establece un punto de encuentro para llevarlo e ir por él.
Que tu hijo juego solo no va a ser tan divertido, pero también será menos seguro: uno de los beneficios de este juego es que fomenta la convivencia con los amigos y familiares. No se trata de pasar horas abstraído en la pantalla, sino de intercambiar consejos, salir a caminar, platicar entre amigos… algo que muchos creíamos que la tecnología nunca podría llegar a estimular.
Mantente comunicado con otros padres de familia, platica con ellos, compartan sus experiencias con el juego. Esto te ayudará a que, si tu hijo comienza a platicar de un amigo que tú no conoces, puedas reconocerlo a tiempo.
Como en cualquier actividad, la distracción puede ocasionar accidentes. Enseña a tu hijo que debe estar atento y cuidarse todo el tiempo, no sólo al cruzar la calle, sino a la gente que lo rodea y a los peligros que podría enfrentarse.
Y esto no aplica nada más para Pokemon Go, sino para toda circunstancia de la vida. Tu hijo debe aprender a cuidar su privacidad dentro y fuera de internet.
Este es el consejo más importante, y aplica para cualquier pasatiempo de tu hijo: involúcrate. No voltees la vista ni seas indiferente. Es muy fácil alabar o censurar algo que no conoces, pero mientras no te involucres, no podrás conocer los riesgos ni aconsejar a tu hijo sobre cómo evitarlos.
Juega con tu hijo, acompáñalo a cazar Pokemones, pregúntale sobre sus avances en el juego, en qué nivel está, cuantas criaturas ha capturado. Conoce su lenguaje, no lo ridiculices ni menosprecies algo que para él es importante.
Como padre de familia, cada nueva aplicación, cada adelanto tecnológico, cada aparato que no sepas manejar puede ser motivo de preocupación… o una oportunidad excelente para acercarte más a tus hijos y enseñarles un uso responsable de la tecnología. ¿Qué vas a decidir tú?