¿Quién no recuerda haber pasado los mejores momentos de su infancia jugando a las atrapadas, busca-busca o preparando ricos postres hechos a base de tierra para los invitados que asistían a nuestras casas imaginarias?
Es bueno recordar, pero es aún mejor revivir aquellos momentos a lado de tus hijos, y es que a través de dicha convivencia, contribuyes al desarrollo de tu pequeño, además de que los mantienes activos mejorando su condición física y previniendo el sobrepeso infantil.
Éstas son algunas de las ventajas de tomarte un tiempo, basta tan sólo 15 minutos diarios de juego familiar para que tu hijo consiga todos los beneficios que éste proporciona.
El juego se basa en tomarse de las manos y cantar la canción “estatuas de marfil”. Al término de esta canción todos deben quedarse inmóviles, el primero que se mueva tiene que pasar en medio del círculo a bailar el “twist”.
Un juego que implica mucha habilidad y perseverancia y que además contribuye a mejorar la coordinación, la memoria y la destreza.
Un juego clásico y que cada vez se ve menos:
Este juego tiene como propósito eliminar la unión que hacen los niños al abrazarse el uno del otro. Dos personas inician arrastrando al primer jugador, al lograrlo, éste debe ayudarlos para seguir rompiendo la unión del equipo.
Lo único que se necesita para jugar es una pelota y buenos reflejos, ya que los jugadores del equipo contrario tratarán de “quemar o tocar” al oponente lanzándole una pelota. La persona que resulte “quemada” tendrá que retirarse, el equipo ganará cuando logre eliminar a todos los integrantes.
Esperamos que estos juegos sean el comienzo de largas tardes llenas de diversión a lado de tus hijos. Recuerda que es a través del juego que los niños expresan sus sentimientos y preocupaciones, por lo que es una excelente herramienta para conocerlos mejor y conectar con ellos.