Es muy común que los padres de un niño acudan a un especialista de la salud cuando han empezado a notar un sobrepeso considerable en su hijo y desconocen las causas que han generado este problema.
Los hábitos familiares son la causa más significativa relacionada con la obesidad infantil y por lo tanto, la primera acción a tomar, es intentar mejorar estos hábitos, o inclusive, cambiarlos por completo. Esto puede llegar a ser una petición complicada porque muchos padres esperan un remedio “instantáneo” ante la situación, pero se ha demostrado que mejorar los hábitos alimenticios produce resultados graduales a través del tiempo.
Hay que tener en cuenta que la obesidad infantil no ocurre de la noche a la mañana, esta condición es como una bola de nieve de hábitos que con el tiempo va creciendo hasta convertirse en un problema. Por lo tanto, el remedio tiene que ser considerado de igual manera, un cambio que persista en la familia.
Este cambio de hábitos debe ocurrir en dos principales ámbitos: Alimentación y actividad física, sin embargo, esta vez nos enfocaremos en el tema de la alimentación.
Alimentación
Como padre de familia, puedes empezar a cambiar y crear hábitos saludables de alimentación con algunas de las siguientes recomendaciones:
1. Establece nuevo hábitos de alimentación
Los nuevos hábitos de alimentación deben verse como un proyecto familiar. Si es posible, todos los miembros de la familia deben verse involucrados.
2. Convierte las comidas en un acto de comunión familiar
En la medida de lo posible, debemos acompañar a los niños a comer en la mesa. De esta manera, conocerás lo que comen tus hijos y en qué cantidades, sin mencionar que podrán pasar un agradable tiempo juntos.
3. Conviértete en ejemplo de hábitos saludables
Los niños observan y aprenden de las acciones y comportamientos de los padres, por lo tanto, la mejor manera de crear hábitos saludables es a través del ejemplo saludable de nosotros, los adultos.
4. Educa su olfato y gusto con sabores y alimentos variados
La educación del gusto deben realizarse desde que son pequeños, haciendo que prueben sabores distintos. En ocasiones hay que insistir con algunos alimentos hasta que los acepten.
Acudir al supermercado en compañía de los niños y enseñarles sobre las frutas y verduras disponibles ayudará a que diversifiquen sus gustos.
5. Comprende que tu hijo no es completamente responsable de sus hábitos negativos de alimentación
No se puede responsabilizar completamente al niño de ciertas conductas negativas en cuanto su alimentación.
Si el niño consume mucha comida chatarra, hay que preguntarse de dónde y cómo lo está obteniendo, qué está ocurriendo en casa o con la familia para que esto ocurra. Es importante detectar cómo ingresan estos productos en la alimentación del niño.
6. No relaciones la alimentación con premios y castigos
Para que esto no se conviertan en un problema, hay que evitar que los premios y castigos estén vinculados a la comida y que ciertos alimentos, como las golosinas, adquieran el valor de recompensa.
Evitemos darle cariño mediante dinero o alimentos que ellos exijan. En lugar de esto, podemos abrazar a nuestros hijos, decirles que se les quiere y jugar con ellos.
7. Evita que tus hijos coman frente a la televisión
Al estar distraídos frente a este aparato, tus hijos no son conscientes de lo que comen, y pueden ingerir cantidades excesivas de alimentos.
Es importante recordar que la disciplina y la autoridad de los padres ante los hijos es muy importante para implementar estas recomendaciones con éxito y comenzar a cambiar nuestros hábitos como familia. Recuerda que la paciencia, la perseverancia y el amor ayudarán a tu hijo a prevenir y solucionar el sobrepeso.