Puede ocurrir que un día nuestro hijo llegue hablándonos de un compañero de salón que se comporta diferente a otros niños. Puede contarnos que este niño no habla con nadie, o que sólo lo hace consigo mismo y se irrita fácilmente, que repite cosas que escuchó en la televisión, hace ruidos, interrumpe la clase y que en ocasiones cuando se irrita demasiado puede agredir a otros, o incluso, a sí mismo.
Es muy común que los padres de un niño acudan a un especialista de la salud cuando han empezado a notar un sobrepeso considerable en su hijo y desconocen las causas que han generado este problema.
Los hábitos familiares son la causa más significativa relacionada con la obesidad infantil y por lo tanto, la primera acción a tomar, es intentar mejorar estos hábitos, o inclusive, cambiarlos por completo. Esto puede llegar a ser una petición complicada porque muchos padres esperan un remedio “instantáneo” ante la situación, pero se ha demostrado que mejorar los hábitos alimenticios produce resultados graduales a través del tiempo.