La secundaria es la etapa en la que son más notorios los cambios en la adolescencia de los hijos, ya que están en la transición para convertirse en adultos. Por eso, en esta etapa tan difícil para los alumnos, los padres deben entender que sus hijos necesitan apoyo, pero también disciplina para determinar su educación.
El Colegio Rogers tiene un modelo educativo con más de 60 años de experiencia, enfocado no sólo en la excelencia académica, sino en dar una formación completa a nuestros alumnos.
Este modelo se resume en los 5 pilares fundamentales de la escuela Rogers:
“En el Rogers hay autoridad no autoritarismo. Hay obediencia no obligación. Hay disciplina y voluntad”.
Siempre hay maestros pendientes de lo que sucede en los salones durante las clases, y en los pasillos en el descanso. Con ayuda de todo el plantel, se comunican los reportes de conducta de los alumnos a la Dirección y a los padres de familia.
Nuestros maestros están siempre pendientes de la dinámica entre alumnos, tanto en los salones como en los pasillos. Si se identifica algún tipo de falta de conducta, lo primero que se hace es platicar con ellos; se les invita a reflexionar sobre sus acciones, consecuencias y a comprometerse a ciertos cambios.
“Implementar la disciplina de manera reflexiva, y presentarles otras alternativas, es mucho más enriquecedor para el alumno que si se trabajara de manera coercitiva.”
Los alumnos son acreedores a una infracción únicamente cuando no están dispuestos a cambiar su conducta mediante la reflexión y aceptación. Ellos conocen muy bien el reglamento desde su primer día de clases.
La infracción dependerá de la gravedad de la falta que haya cometido el alumno. En el reglamento se establecen 4 niveles, dependiendo del grado de complejidad de la falta y las consecuencias que ésta representará para el alumno:
Se reconocen las ofensas pequeñas, aquellas que interfieren con la armonía del salón de clase o del funcionamiento de la escuela, como por ejemplo: hablar constantemente durante clase o ausentarse del salón sin permiso.
Aquí se consideran todas las conductas que interrumpen directamente el ambiente de aprendizaje como por ejemplo: retardos continuos, lenguaje o comportamiento inapropiado en el salón y violación del código de vestimenta.
Las faltas de este nivel son actos en contra de personas o propiedades que pongan en riesgo la salud o seguridad de otros en un grado leve, como por ejemplo: vandalismo, salir de la escuela sin permiso, posesión de sustancias ilegales, hostigamiento, falsificación o amenazas.
Se consideran todas las faltas que representen un gran peligro para la salud y seguridad de otros como peleas, extorsión, amenazas graves, etc.
Recordemos que estas infracciones se implementan cuando se consideran necesarias para el bienestar del alumno y quienes lo rodean.
Al final, una buena conducta en la escuela es un reflejo directo de la educación que se da en casa. Los padres de familia deben trabajar todos los días para que sus hijos tengan la mejor formación y puedan tener un buen desarrollo escolar.
Las puertas del Rogers siempre estarán abiertas ante cualquier duda o inquietud sobre el desarrollo académico o personal de tus hijos.