Paula tiene 14 años y le encanta pasar horas compartiendo fotos con sus amigos en las redes sociales. Sus papás le regalaron un moderno celular para que tengan comunicación con ella cuando esté fuera de casa, pero ahora les preocupa que su hija pase demasiado tiempo en Internet y se distraiga de sus actividades importantes.
La adolescencia es una etapa llena de descubrimientos y los espacios virtuales son una fuente ideal para satisfacer estas necesidades normales en los jóvenes. Sin embargo, los riesgos son cada vez mayores, pues están expuestos a contenido de todo tipo, así como a entablar relaciones con desconocidos.
El caso de Paula es un ejemplo de lo que pasa a menudo en muchos hogares donde los hijos adolescentes llevan su celular a todas partes, lo que dificulta aún más a los padres la supervisión continua y el control de lo que ven en Internet.
Si bien es cierto que los aparatos tecnológicos pueden traer múltiples beneficios, también es importante orientar a los jóvenes a usarlos responsablemente y mantener una comunicación constante con ellos sobre el tema. De igual forma, prestar atención y dedicar el tiempo necesario para atender sus inquietudes.
Si bien, los peligros con los que se pueden topar los adolescentes al usar Internet son latentes, no se trata de infundirles miedo o prohibirles su uso para entretenimiento, sino de exponerles una realidad en la que hay que tomar precauciones.
Cerca de 9 millones de mexicanos que usan Internet son menores de 13 años, condición que los hace vulnerables en las redes sociales, según reportes de la Asociación de Internet.
Respetar la privacidad de los hijos es esencial para mantener una comunicación efectiva y relaciones sanas. Por ello, te recomendamos plantear los límites desde que empiezan a usar su celular y fomentar el diálogo frecuente con ellos.
Las siguientes medidas pueden ayudarte a supervisar el uso de sus celulares sin afectar la confianza mutua:
Recuerda que sí vale la pena mantener esta vigilancia, pero mediante acuerdos familiares en los que se evite el conflicto y por el contrario, se fortalezca la confianza y la responsabilidad entre todos.