Desde el día uno que nacemos y lanzamos el primer llanto, las emociones están presentes en nuestra vida como ese impulso que nos hace ser, pensar y actuar de cierta manera, definiendo así el tipo de persona que seremos y cómo nos relacionamos con el mundo.
Es por eso que la educación emocional ha tomado un lugar muy importante en la labor educativa del Rogers Hall, donde docentes, padres y el departamento de psicología en conjunto colaboramos para desarrollar las mejores habilidades emocionales y sociales en los alumnos durante cada etapa de su crecimiento.
Al finalizar la lectura de este artículo no solo conocerás la manera en que fomentamos como colegio el desarrollo de competencias emocionales, si no te daremos el conocimiento y herramientas necesarias para que tu como padre puedas desde casa educar a tus hijos con una fuerte inteligencia emocional.
Para entender su importancia debes saber primero qué es la educación emocional y para eso te compartimos la definición de Bisquerra y Pérez (2012), docentes e investigadores de la Universidad de Barcelona:
Al identificar que no basta con tener un alto coeficiente intelectual para tener éxito, la educación emocional entra en juego con los siguientes objetivos para la formación integral de tus hijos:
Fomentar un diálogo constante entre padres e hijos para hablar sobre su día a día, sobre cómo se sienten, sus amigos, sus gustos, etc. es la clave para desarrollar una fuerte inteligencia emocional. Parece obvio, pero realmente no se hace, más ahora con los dispositivos móviles que impiden una convivencia familiar sana.
¡Recuerda que tu ejemplo es la mejor lección para ellos!
Empieza poniendo en práctica estas 5 claves:
Las emociones y la adquisición de conocimientos están directamente relacionados, considerando también el ambiente y personalidad del niño. Los alumnos aprenden más cuando están motivados , y por lo tanto, al desarrollar competencias emocionales se obtienen mejores resultados cognitivos.
Pongamos estos dos casos como ejemplo:
Esto no quiere decir que uno sea mejor que el otro, sino que sus competencias emocionales son diferentes y esto influye en la capacidad de adaptación, aprendizaje y bienestar de cada uno.
La educación con inteligencia emocional necesita de un equilibrio entre lo que se aprende en la escuela y en la casa. Desarrollar las habilidades emocionales de tu hijo, lo ayudarán a estar mejor preparado para enfrentar la vida, autoconocerse, relacionarse, ser creativo y desempeñarse profesionalmente.
¡Elige el mejor futuro para tus hijos ayudándolos emocionalmente!
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