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Conoce los 5 pilares del Rogers Hall: #3 El ejercicio de la disciplina

Escrito por Colegio Rogers Hall | 05-ago-2019 21:39:35

¿Te has preguntado por qué actuamos de la manera en la que lo hacemos? Nuestros padres tenían reglas dentro del hogar que nos enseñaron a respetar, además en la sociedad existen leyes y normas que regulan el comportamiento. Toda institución tiene códigos de conducta que en público cumplimos.

"La esperanza de un mundo seguro y habitable 

se encuentra con disciplinados no conformistas 

que se dedican a la justicia, paz y hermandad." 

—Martin Luther King, Jr.

 

¿Qué pasa cuando nadie nos ve? El hecho de que nuestra conducta sea congruente tanto en privado como en público significa que los valores son la base de nuestra vida, y por voluntad propia decidimos mantenernos fieles a nuestro buen comportamiento.

Como adulto es fácil entender esto. Pero, ¿qué pasa con nuestros hijos? ¿Tendrán la madurez necesaria para actuar bien en nuestra presencia y cuando están solos? ¿Cómo saber si solamente se portan bien porque temen a un castigo?

¿Qué es y por qué es importante el ejercicio de la disciplina en el Rogers Hall?

Anteriormente hemos hablado de los dos primeros valores bajo los que se rige nuestro modelo educativo en el Colegio Peninsular Rogers Hall. Conocimos el criterio de autoridad y de libertad responsable, aspectos importantes para padres y para maestros.

El ejercicio de la disciplina es nuestro tercer pilar fundamental dentro de la enseñanza para nuestros alumnos. Apoyados en él, creamos en nuestros estudiantes un criterio reflexivo ante las normas, evitando la obediencia ciega producto de un miedo al castigo.

Fomentando la responsabilidad, la confianza en sí mismo, el respeto y el autocontrol, nuestros niños y jóvenes serán conscientes del rol que tienen en la vida en sociedad, y el peso que sus decisiones y actos tendrán en sus vidas.

Nuestra filosofía es: “Implementar la disciplina de manera reflexiva, y presentarles otras alternativas, es mucho más enriquecedor para el alumno que si se trabajara de manera coercitiva”.

Hay que educar con paciencia, pero hay que ser firmes en la manera en la que afrontamos las infracciones que nuestros hijos pudieran cometer. Es importante saber cómo atender la situación en medida de su gravedad.

 

 

  • Nivel 1. Ofensas menores: Ofensas pequeñas que pueden interferir con la armonía de las actividades escolares. Pueden ser ausentarse de una clase o platicar constantemente durante ellas.

 

  • Nivel 2. Ofensas intermedias: Todo aquello que perturbe directamente a la labor de aprendizaje, tanto de ellos mismos como de sus compañeros. Por ejemplo usar un lenguaje ofensivo, o actuar de manera inapropiada en el salón.

 

  • Nivel 3. Faltas mayores: Actos en contra de personas o propiedades que pongan en riesgo la salud o seguridad de otros en un grado leve, como por ejemplo: vandalismo, salir de la escuela sin permiso, posesión de sustancias ilegales u hostigamiento.

 

  • Nivel 4. Faltas graves: Todo aquello que representa un gran peligro para la salud, integridad y seguridad tanto de ellos como para otras personas. Estas pueden ser situaciones como peleas, amenazas graves, extorsión, etc.

 

Algunos problemas en la adolescencia se generan debido a que los jóvenes van teniendo un primer acercamiento con muchas experiencias nuevas, y es por ello que habrá ocasiones en que necesiten de alguien que les pueda orientar.

Debemos de aprender a reconocer las señales de alarma en nuestros hijos. Muchas veces, el mal comportamiento se debe a inquietudes que podrían están viviendo y afectando su autoestima, por ello hay que escucharlos, conocerlos, orientarlos y apoyarlos en lo que requieran.

 

No obstante, ser comprensivo no significa ser permisivo.

 

El carácter de nuestros hijos se debe ir forjando día a día con sólidos valores. Disciplinar es una tarea importante, pero no hay que confundirla con adiestrar.

Nuestros niños y jóvenes son seres inteligentes, con cambios en la adolescencia que en lugar de alejarnos deben de ser la principal razón para construir puentes más fuertes hacia ellos.

La amenaza de un castigo nunca debe de ser la razón de un buen comportamiento. En Rogers Hall, a través de nuestros pilares fundamentales, incentivamos la generosidad y bondad en nuestros alumnos, para que su bien actuar sea genuino. Esta es la única forma de que la enseñanza sea eterna.

 

 

Mediante diversas actividades en nuestro Colegio, nuestros alumnos se expresan de manera positiva y liberan toda su energía en acciones  que les traerán beneficios

Por ejemplo, Rogers Hall le brinda muchas opciones deportivas a tus hijos donde la disciplina es primordial y va desarrollando en ellos sus capacidades, esfuerzo y habilidades.

 

 

¿O qué tal algo científico o cultural? Lo primordial en Rogers Hall es el desarrollo integral de nuestros estudiantes, tus hijos, tanto de manera física como emocional. Y por supuesto, moral.

En el Colegio Rogers entendemos que estamos forjando a los líderes del mañana, y por ello deben de sobresalir académicamente, pero también demostrar la calidad humana y los excelentes valores que les han enseñado sus padres y sus maestros.

El ejercicio de la disciplina es el tercero de los cinco pilares en nuestro modelo educativo. Si quieres descubrir más sobre lo que Rogers Hall puede ofrecer a la educación de tu hijo, te invitamos a que conozcas el cuarto criterio fundamental:

 


También visita nuestro blog donde encontrarás información importante sobre la educación en todas las etapas de tu hijo.

Si deseas saber más sobre el Colegio Peninsular Rogers Hall, contáctanos. Con mucho gusto te brindaremos más información sobre nuestro colegio o podemos agendar  una visita guiada para que conozcas personalmente nuestra oferta educativa.