Ingresar a preescolar demanda ciertas habilidades y conocimientos, por lo que es importante que prepares a tu hijo para que comenzar esta etapa de su vida se sea de manera natural y sencilla.
La infancia se define como el periodo que va del nacimiento hasta los doce años de edad. Es una etapa de extraordinario desarrollo del cerebro en el que se sientan las bases del aprendizaje posterior.
Esta etapa se subdivide en por edades específicas y cada una cuenta con características especiales.
Todas estas son características que deben tomarse en cuenta para saber cómo preparar a tu pequeño para el inicio de su vida como estudiante.
La tercera etapa va de los 6 a los 12 años, pero esas corresponden a una nueva etapa: la primaria. Por hoy, nos enfocaremos en los niños en edad preescolar.
Cada niño aprende y reconoce el mundo a un ritmo diferente, por lo que es importante estar cerca de ellos durante esta etapa para identificar áreas de oportunidad en su desarrollo, así como reforzar lo que se les facilita.
Recuerda que esta fase debe ser percibida y experimentada por tu pequeño como una etapa divertida y natural. Evita exigir a tu hijo que demuestre habilidades o comportamientos en la escuela, sobre todo si no lo has preparado debidamente en casa.
Te compartimos cinco actividades que puedes poner en práctica para que tus hijos disfruten esta bella etapa:
Es importante que los niños aprendan desde temprana a edad a interactuar con personas fuera de su círculo familiar, de esta manera desarrollará habilidades sociales que le permitirán desenvolverse mejor en la escuela e integrarse mejor con sus compañeros de salón.
Puedes reunirte con otros padres que tengan hijos a su vez, en edades similares, para que se conozcan y jueguen, el parque es un lugar ideal para hacer esto y que él se acerque a los que se identifique según sus intereses y edad.
Construir un autoestima fuerte es una tarea de todos los días, por lo que si detectas que tu pequeño disfruta realizando una actividad específica, entonces hazle saber lo bien que hace las cosas.
Cuando sea momento de ingresar al kínder él/ella sabrá que es capaz de realizar actividades satisfactoriamente.
Haz sentir seguro a tu hijo e intenta que su primer día de escuela no sea realmente el primer día que pase en un sitio desconocido. Para evitar que se sienta ansioso, visita con anticipación la escuela a la cual acudirá, muéstrale el salón de clases, y de ser posible preséntale a su maestra(o).
Permitir que tu hijo vaya haciendo su vida diaria por él mismo le da seguridad e independencia: guardar su ropa, tender su cama, recoger sus platos y juguetes son algunas formas de lograr esto.
Muchas veces se piensa que las actividades complejas son las que tendrán un verdadero impacto, cuando en realidad es la convivencia diaria que facilita el aprendizaje.
Los niños que están preparados emocionalmente se sentirán más motivados de asistir a la escuela y hacer nuevos amigos, por lo que es importante trabajar el desapego a mamá o papá, en caso de tenerlo.
Evita sobreprotegerlo, permite que realice actividades de manera independiente, aunque siempre de manera vigilada, realiza actividades donde él se tenga que quedar en casa con alguien de confianza. Todo esto te servirá para que tu hijo no sufra el cambio al iniciar el kínder.
Iniciar una nueva fase siempre debería estar relacionada con emociones positivas, construyamos niños activos y seguros de sí mismos que podrán enfrentar el inicio de su vida como estudiantes de manera exitosa.