Los primeros ocho años de vida de un niño son definitorios en la conformación de su carácter y por lo tanto, en la personalidad que forjará a lo largo de su vida. Por ello, es importante que como padres tomemos ciertas decisiones con relación a su educación, a partir de una revisión de aquello que consideramos como una buena educación.
Te proponemos reflexionar sobre aquellos hábitos que usualmente consideramos nocivos. Quizá te sorprenda descubrir que aquello que considerabas un mal comportamiento, es en realidad, la puerta hacia una infancia saludable y a la conformación de un adulto empoderado y responsable de sí mismo.
A continuación te presentamos 4 “malos comportamientos” que valdría la pena reforzar en tus hijos.
Deja que tu hijo se aburra
Las actividades extraescolares son positivas cuando se trata de enriquecer la formación del pequeño, pero es igual de importante dejar espacio para el tiempo libre. Cuando los niños no tienen algo qué hacer, lo lógico es que se aburran y eso es muy bueno.
Un niño aburrido conecta con su creatividad, lo que derivará en la capacidad de poder resolver situaciones por sí mismos, en el juego y en la vida.
Dejar a la mano materiales y espacios para realizar sus creaciones, por ejemplo:
- Una pared libre que sirva como su lienzo personal.
- Materiales reciclabes como botellas, cartones de huevo o rollos de papel.
Un poco de lodo no le hace daño a nadie
Estudios científicos han demostrado que la actual obsesión por la higiene, está propiciando que más personas desarrollen asma y alergias al polvo, e incluso, alergias a muchos alimentos.
Los niños expuestos a las bacterias del medio ambiente fortalecen sus defensas, evitando que se convierta en una persona enfermiza. Además, puedes aprovechar esas “embarradas” propias del juego para fortalecer su conciencia en el autocuidado y la importancia del baño como medida de higiene.
No a todos los niños les gusta el azul, ni todas las niñas prefieren el rosa
A todos nos gusta expresar nuestra personalidad a través de la ropa y los niños no son la excepción. Como padres, debemos marcar ciertas reglas en cuanto a cómo vestir de acuerdo al clima, o a eventos específicos, pero es importante dejar un margen de elección en el que tus hijos puedan elegir las prendas que desean usar. Puedes iniciar ofreciéndoles dos opciones de ropa distintas.
La posibilidad de decidir sobre su propia imagen reforzará su autoestima y les dará seguridad para tomar decisiones en el futuro. Además, ellos se sentirán más responsables con relación a su ropa y por lo tanto la tratarán con mayor cuidado.
Si no desea dar besos y abrazos, no lo obligues
Es muy común que cuando visitamos la casa de algún familiar, o de alguna amistad, le indiquemos a nuestros pequeños que deben saludar de beso y abrazo; sin embargo, éste saludo raramente se genera espontáneamente.
Si tu hijo se muestra renuente a saludar, es mejor que respetes su decisión. De lo contrario, tu hijo aprenderá que el deseo del adulto está por encima del respeto a su propio cuerpo y esto puede volverlo vulnerable antes abusos físicos y sexuales.
Enseña a tu hijo a tratar con respeto a los demás, sin obligarlo a expresar muestras de afecto que no le son sinceras o espontáneas. Los besos o abrazos, pueden ser reemplazados con un saludo amable (Buenos días, buenas tardes, buenas noches). De esta manera, los niños aprenden algunas reglas básicas de cortesía, sin que esto represente un riesgo para ellos.
No olvides: La mejor enseñanza que se le puede dar a un niño es a respetarse y cuidarse a sí mismo, sabiendo que cuenta con el apoyo de su familia cuando se trata de sus emociones.
