La secundaria es uno de los niveles más complejos en la formación educativa de cualquier adolescente, pues implica no sólo cambios en su dinámica escolar sino también en su desarrollo y relaciones interpersonales.
Cuando Diego entró al segundo año de kínder, con frecuencia la maestra llamaba a sus papás Flora y Darío, pues cada vez era más complicado que el niño prestara atención a las instrucciones en el salón de clases.
Durante la infancia se desarrollan dos capacidades que permiten a los pequeños tener un buen desempeño en otras áreas de su aprendizaje escolar: la memoria y el reconocimiento.
La adolescencia es una de las etapas más complejas en la vida de una persona pues está llena de importantes cambios y descubrimientos, tanto en lo físico como en lo emocional, lo que puede originar conflictos en varios entornos.
La mente de un niño es un universo en el que cada día surgen descubrimientos y nuevas habilidades, por lo que es importante que en esta etapa los papás observen los avances de sus pequeños y los ayuden en su sano desarrollo.