Vivimos en un entorno cada vez más competente, en el que las barreras físicas ya son casi inexistentes y los profesionistas compiten en un mercado laboral global. Sus habilidades, por lo tanto, deben de distinguirlos de entre un grupo enorme de personas con altas competencias.
En ese sentido, la herramienta elemental para un profesional es la capacidad de comunicarse con este entorno globalizado. El ser capaz de comunicarse en inglés ha dejado de ser un plus y se ha convertido en el requisito inicial. Sin embargo, la cantidad de centros educativos que imparten una formación bilingüe sigue siendo minoritaria respecto al total.
A pesar de esta situación, podrás encontrar escuelas que enseñen una segunda lengua, generalmente el inglés, de manera efectiva y, así, te aseguras de que tu hijo obtenga una herramienta indispensable.
Pero el ser bilingüe no se limita a la posibilidad de expresarse y comprender otro idioma, implica mucho más que ello, tiene beneficios sociales, intelectuales y laborales. A continuación te explicaremos porqué un educación de este tipo conlleva muchos beneficios más allá de los evidentes.
También es importante aclarar que una educación bilingüe efectiva es aquella que se imparte desde temprana edad. Es por ello que es importante que tus hijos comiencen este proceso desde que están en sus primeros años escolares, desde Infantil, para que lo adopten desde pequeños y lo desarrollen con naturalidad.
Amplía la formación cultural
Una educación bilingüe equivale a una perspectiva plural del mundo. Al entender el mundo de una forma más compleja, te enfrentas a éste desde adentro, no como un extranjero. Algo tan simple como leer a Shakespeare en su idioma original puede ser un suceso sumamente revelador.
Comprender el mundo de esta forma te da una idea mucho más completa de donde estás parado. Aunque esto pueda sonar un tanto abstracto, el tener una visión global de la realidad influye de manera directa en nuestra forma de relacionarnos con nuestro entorno, ya que lo podremos hacer con mucho mayor seguridad y desenvoltura.
Mejora los procesos cognitivos
Aprender una segunda lengua mejora la plasticidad cerebral, situación que resulta en evidentes beneficios que operan en los procesos mentales. Cuando se aprende y ejecuta un nuevo idioma, se utilizan de manera simultánea diferentes áreas del cerebro, por lo tanto, la capacidad de atención y concentración aumenta drásticamente, se agudiza la percepción, mejora la memoria, entre otras habilidades, todas ellas relacionadas con el control cognitivo.
Favorece la socialización
Al derribar la barrera del idioma, puedes ampliar tus horizontes para relacionarte con muchas otras personas que, de otra forma, se mantendrían en la incomprensión. Al poder entablar relaciones sociales con personas de otros países amplías tus perspectivas, de esta forma, tu concepción del mundo abarca mucho más, los prejuicios que se puedan tener también se ven desplazados por ideas plurales y certeras.
Mejores oportunidades laborales y de formación
Con una educación bilingüe tu hijo estará mucho mejor preparado para enfrentarse al mundo profesional, no solamente tendrá más y mejores oportunidades, sino que él mismo podrá fijarse metas que hablando un solo idioma no podría.
Además, también se le abren las puertas para continuar con una formación académica de calidad, al poder optar por estudiar, ya sea la carrera o algún posgrado en universidades internacionales, oportunidad que está al alcance de muy pocos.
Los beneficios que tu hijo obtiene al hablar con fluidez una segunda lengua son enormes, además de necesarios, entonces es muy importante que, a la hora de elegir la escuela a la que asistirá, tengas que la formación sea bilingüe. De no ser así, te podemos asegurar que este no será el único aspecto de la institución que se encontrará rezagado.
Por último te invitamos a conocer los planes de estudio con los que contamos en los diferentes niveles del Rogers Hall.