Puede ocurrir que un día nuestro hijo llegue hablándonos de un compañero de salón que se comporta diferente a otros niños. Puede contarnos que este niño no habla con nadie, o que sólo lo hace consigo mismo y se irrita fácilmente, que repite cosas que escuchó en la televisión, hace ruidos, interrumpe la clase y que en ocasiones cuando se irrita demasiado puede agredir a otros, o incluso, a sí mismo.
Cuando un padre de familia elige la escuela para sus hijos, no sólo está buscando la acumulación de conocimientos y la enseñanza de las materias básicas en un programa educativo. Una escuela también definirá los valores, el carácter y la personalidad de un ser humano, enseñanzas que muchas veces no se pueden seguir en un plan de estudio o reflejarse en una boleta de calificaciones.
Aprender un segundo idioma dará a tu hijo muchas más ventajas de las que piensas, pues no sólo influirá en su vida profesional, sino que lo ayudará a generar más confianza en sí mismo y estimulará el hemisferio izquierdo del cerebro, donde se desarrolla el lenguaje y el pensamiento lógico.
Aprender inglés desde muy temprana edad es la mejor manera de garantizar que tus hijos se familiaricen con la lengua y puedan desarrollar un dominio completo de la misma. Sin embargo, como padres nos llenamos de inquietudes al inscribir a nuestro hijo en un colegio bilingüe o a clases de inglés particulares:
¿Qué pasa si yo mismo no soy bilingüe, ni sé hablar inglés? ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a aprender el idioma? ¿Qué tal si, en lugar de ayudarlo, lo confundo?
Hacer deporte trae beneficios relacionados con la salud, la autoestima y el desarrollo personal. La práctica de una actividad deportiva a una edad temprana, aumenta las posibilidades de mantener el hábito de la actividad física y que la permanencia de beneficios que continúen hasta la vida adulta.
Los primeros ocho años de vida de un niño son definitorios en la conformación de su carácter y por lo tanto, en la personalidad que forjará a lo largo de su vida. Por ello, es importante que como padres tomemos ciertas decisiones con relación a su educación, a partir de una revisión de aquello que consideramos como una buena educación.