Todo mundo sabe que una salud óptima está directamente relacionada a la actividad física con la que mantenemos a nuestro cuerpo en balance.
La gran mayoría de los estudios y los libros relacionados con el desarrollo infantil hace hincapié en la importancia de integrar actividades deportivas en la rutina de los niños debido a sus beneficios positivos para el desarrollo físico y emocional, pero ¿qué hacer si a tu pequeño simplemente no le atrae el deporte? Te damos algunos consejos para que no caigan en una vida pasiva y por lo tanto, menos saludable.
Averigua por qué no le gusta hacer deporte
Te recomendamos platicar con él: escucha sus razones, pues aunque la activación física es importante para mantener una buena salud, el aspecto emocional es vital para su desarrollo. Platicando podrías descubrir que tu hijo no es renuente a la actividad en sí misma sino al ambiente en el que se realiza.
Si a tu hijo no le gustan los deportes de contacto, siempre habrán otras opciones en las que el éxito y el esfuerzo dependan de él, como por ejemplo: natación, atletismo o tiro con arco. Las artes marciales son también un excelente ejercicio que además los enseña a dominar sus impulsos y a conocer sus capacidades.
Toma en cuenta sus intereses
Es muy común que el criterio para inscribir a un niño en un deporte sea “porque es el deporte que yo practico/practiqué”. Recuerda que todos somos diferentes y por lo tanto, nuestros intereses, nuestras capacidades y nuestras necesidades también lo son.
Antes de inscribir a tu hijo en algún deporte, pregúntale qué le interesa. Invítalo a probar diferentes actividades, observa en cuál se desenvuelve mejor y, finalmente, permítele tomar la decisión contigo.
Enseña con el ejemplo
Haz el ejercicio parte de tu vida dedicándole un tiempo razonable a la semana. Si tu hijo observa que tú también disfrutas hacer ejercicio seguramente él deseará practicar uno.
Ofrece opciones alternativas
La actividad física no se reduce a disciplinas deportivas. Los juegos no están sujetos a horarios y los juegos tradicionales también fomentan el ejercicio. Pon al alcance de tus hijos balones, cuerdas para saltar, patines, bicicleta, etc.
También te recomendamos tener en cuenta que en la ciudad hay una variada oferta de actividades que, aunque no son necesariamente deportivas, mantendrán a tu pequeño en forma. Además, casi en todas las colonias y fraccionamientos hay parques con juegos infantiles y clases de baile o deportes.
Finalmente, evita comentarios que puedan hacer sentir culpable a tu pequeño por no hacer deporte. Ten presente que lo importante no es formar niños deportistas sino niños felices y sanos.