Aprender un segundo idioma, se trata de adquirir una herramienta para la vida pues permite establecer comunicación, a diferentes niveles, con un mayor número de personas. Por eso el dominio y la comodidad que tus hijos sientan con relación al inglés será fundamental pues, como todos sabemos, se trata del idioma con mayor cobertura en todo el mundo.
El bilingüismo es la capacidad para pensar y comunicarse en dos idiomas, sin distinción jerárquica entre uno y otro, aunque evidentemente el idioma más practicado en un contexto particular sea el que mejor se domine.
¿Te ha pasado que cuando estás hablando con tu hijo este voltea hacia otro lado? ¿Notas que cuando tu hijo comienza una actividad difícilmente la termina? ¿Te preocupa que presente un bajo rendimiento escolar aun cuando no tiene problemas de conducta? Es muy probable que estés frente a un caso típico de dispersión.
Puede ocurrir que un día nuestro hijo llegue hablándonos de un compañero de salón que se comporta diferente a otros niños. Puede contarnos que este niño no habla con nadie, o que sólo lo hace consigo mismo y se irrita fácilmente, que repite cosas que escuchó en la televisión, hace ruidos, interrumpe la clase y que en ocasiones cuando se irrita demasiado puede agredir a otros, o incluso, a sí mismo.
No sabes cuándo empezó, pero tus hijos ya no paran de tomarse selfies y subirlas a internet todo el día, y a ti se te ponen los pelos de punta. ¿Qué puedes hacer para controlar esta situación?